IX. Cleo-patra

Hugo tenía dos cualidades que le distinguían de su círculo más cercano de amigos. La primera era su gran-pero selectiva- memoria, que le permitía recordar detalles que no tenían ninguna importancia. La segunda era una generosidad casi estúpida, que le llevaba en muchas ocasiones a sentirse estafado. Hugo era consciente de que esas dos cualidades eran bastante mediocres, pero en las noches de desprecio por si mismo le proporcionaban cierto consuelo.

         Fueron esos dos atributos las que lo llevaron al aeropuerto aquella mañana. Su compañero de piso, Berto, se había olvidado las llaves del taxi dentro del taxi cuando salió a por un café, y Hugo se había acordado de que guardaban unas de repuesto en casa. Y como era generoso hasta hacer de sí mismo una alfombrilla de váter, acudió al aeropuerto a llevárselas.

         -Te lo pagaré con sexo-le sonrió Berto cuando Hugo se bajó del coche.

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